Colocar cuadros encima del sofá

Colocar un cuadro encima del sofá parece un tema sencillo, pero lo cierto es que existen algunos aspectos que debes tener en cuenta para que el cuadro junto al sofá juegue en perfecta armonía con el resto del espacio de tu salón, en este artículo te ayudaremos a conocerlos.
Sin duda alguna, los cuadros son una de las piezas decorativas más usuales en todo el salón, tienen la dicha de crear un gran impacto visual sin necesidad de ocupar algún espacio en la superficie del entorno a decorar; sin embargo, dependiendo de dónde lo coloques, puede contribuir a conformar un ambiente acogedor y armonioso o, por el contrario, desentonar totalmente con el decorado convirtiendo el lugar en un espacio poco agradable.
Es por esto, que para evitar un mal resultado, debemos entender que es bien importante balancear aspectos como las dimensiones o tamaño del cuadro, la temática, el colorido y estilo decorativo, para que el cuadro se destaque como un punto focal en la distancia y a la vez combine con el sofá y el resto del salón.
¿Cuál es el lugar más común para colocar cuadros cerca del sofá?
Uno de los lugares favoritos para colocar cuadros en un área que rodea al sofá es la superficie de la pared encima del mismo, y pareciera muy sencillo, pero aun en este espacio, colocar cuadros que combinen con el ambiente conlleva ciertas técnicas.
A continuación, te mostraremos algunos aspectos esenciales que debes tener en cuenta antes de colocar cuadros encima del sofá:

1- Jugar con las proporciones de los cuadros frente al tamaño del sofá:

Salón clásico con cuadro encima del sofá
Lo más importante de este punto que debemos tener como regla número uno, es que ya sea un solo cuadro de buen tamaño o un conjunto de cuadros que formen una composición, nunca deben sobrepasar con sus medidas el ancho del sofá.
Por lo general, se estima que el ancho del cuadro no debe ser superior al 80% de la extensión del mueble; por ejemplo, si su sofá posee un ancho de 280 cm, lo ideal será elegir un cuadro o conjunto que no exceda los 220 cm, aunque tampoco es recomendable que ocupe un área muy insignificante con relación al tamaño del sofá.

2- Jugar con el equilibro y armonía

Recuerden que la armonía es muy importante en la decoración, y si nuestro objetivo es lograr que el cuadro y el sofá se integren en un equilibro visual, las dimensiones de ambos deben cuidar proporciones cercanas.

3- Tamaño del cuadro y amplitud de paredes
Este aspecto general es importante también tenerlo en cuenta en la integración de nuestro cuadro y sofá, ya que, si contamos, por ejemplo, con paredes estrechas, sin duda ameritan que coloquemos cuadros mas pequeños, y si por el contario contamos con paredes altas y extensas, sería recomendable vestirlos con cuadros muy grandes. Esta característica la debemos enlazar con el aspecto número uno, es decir, jugar con las dimensiones del cuadro, sofá y pared.

4- Composición y distribución

Este aspecto se refiere a la forma en que organizaremos el o los cuadros encima del sofá, para ello existen diferentes alternativas y dependerán del estilo y ambiente que busquemos crear en el salón, las más conocidas son:

Salón moderno con arte moderno sobre el sofá

• Colocar un único cuadro sobre el sofá:
Para un único cuadro se debe elegir un cuadro grande respetando las recomendaciones ya mencionadas anteriormente en el punto 1 y 3 en relación con el tamaño del sofá y la pared. Preferiblemente un lienzo de imagen llamativa y colores que armonicen con la decoración para así lograr que sea el protagonista del salón a la vez que se integre sutilmente con el entorno.
Otro factor importante en este caso es cuidar la altura y distancia en la que se colgará el cuadro respecto al sofá, de manera tal que no se note como un elemento muy separado del mueble. Se recomienda de manera general unos 150 cm medidos desde el suelo y una distancia de 15 a 25 cm desde el borde superior del sofá, ya que son las medidas estándares que coinciden con la altura de la vista en la mayoría de las personas.

• Colocar cuadros dípticos o trípticos sobre el sofá:

Esta opción consiste en colocar dos o tres cuadros que por su contenido temático o colorido se complementen entre sí, integrándose como una única unidad visual que exigen que se cuelguen muy cercanos, tal como es el caso de los cuadros polípticos que representan una imagen dividida en diferentes secciones o paneles.
La organización de las obras puede ser alineados a la misma altura, en forma de escalera o con un patrón irregular, jugando siempre con las diferentes alturas. Por ejemplo, si es una imagen dividida y los cuadros poseen diferentes tamaños, podemos dibujar una línea imaginaria en el centro de cada uno y alinearlos en función de ella.
La distancia recomendada entre los cuadros es de 6 a 8 cm para cuadros que no representen una imagen continuada, y en el caso de estos, de unos 2 a 3 cm.

• Colocar cuadros en fila sobre el sofá:


En este caso, se conforman dos o tres filas de cuadros pequeños o medianos del mismo tamaño y organizados desde lo alto, lo que conforman entre todos un cuadrado. En este caso, lo ideal es jugar con las imágenes contenidas, de manera que los colores y las figuras generen un llamativo contraste. Esta variante se presta para repetir una misma imagen en diferentes colores o degradando una tonalidad. También le viene muy bien para aprovechar salones de techos altos, y para colocar sobre sofás de dos y tres plazas, que no son muy anchos.
Lo recomendable es colocarlos con una separación de unos 3 cm entre ellos, y preferir marcos sencillos, delgados y ligeros para todos, preferiblemente en metal o madera lacada.

• Cuadros de distintas medidas

Se pueden combinar cuadros grandes junto a otros más pequeños, siempre siguiendo un orden para lograr su perfecta armonía, generalmente el cuadro más grande se usa como punto focal y los más pequeños como secundarios o complementarios, así se pueden lograr conjuntos en forma de espiral, usando el mayor en el centro y colocando el resto alrededor creando un círculo; organizados en mariposa, el grande al centro y el resto a los lados, arriba y abajo; como una escalera, y cualquier otra que nos resulte agradable.
Una de las opciones que funcionan muy bien para colocar cuadros detrás de un sofá es colocarlos sobre una repisa, es una alternativa original que resulta muy útil sin necesidad de abrir tantos agujeros en la pared. Además, se pueden incluir otros elementos como jarrones o adornos que complementen la decoración, solo debemos tener en cuenta no elegir una repisa muy voluminosa ni colocada a una altura que interfiera con las personas que estén sentadas en el sofá.

Hasta aquí nuestros consejos, esperamos le resulten útil si se encuentra en una situación como ésta y no sepa que hacer. Si desea darle vida a ese espacio acogedor donde aún no encuentra la obra perfecta para acompañar su sofá, recuerde que en nuestra sección de Obras podrá encontrar una gran variedad de ofertas única y armoniosas para su salón.

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