La función del arte en un espacio interior by Solomía Sernyak
Esta semana tenemos una entrada con información ¡muy interesante!, para los que aún tienen dudas sobre ¿cómo integrar el arte en sus espacios?.
Nos iluminará el camino, esta vez, la joven arquitecta de interiores, diseñadora, energética, amante de los retos creativos, la fotografía, el arte, la naturaleza, el orden y por supuesto, una apasionada del diseño. Hablamos de Solomía Sernyak, de quién además diremos, que es un encanto de persona y una profesional abierta, activa y súper creativa.
Ella nos muestra su visión sobre la función del arte en un espacio interior.
A veces la tarea de elegir piezas de arte para nuestros espacios puede resultar dificultosa. Tal vez tengas dudas a la hora de encontrar el lugar adecuado en tu hogar para exponer esa pintura tan especial, o quizás no tengas claro qué tipo de pieza puede encajar en tu estancia – aquella que le dé el toque final a un rincón y le agregue esencia.
Como norma general, hay que tener en cuenta las características de dimensión, color y textura tanto del espacio como de la obra de arte que incorporaremos en él. En la decoración podemos atrevernos con lo que más nos apetezca o nos guste - ¡esto va de divertirse! – pero es importante mantener un equilibrio entre todos los elementos que componen la estancia: mobiliario, textiles, arte, objetos personales o de uso cotidiano y pequeñas piezas decorativas deben distribuirse por el espacio manteniendo un diálogo entre sí.
A la hora de incluir arte en nuestros rincones, puede ser de ayuda preguntarnos qué función va a cumplir dentro del espacio. ¿Queremos que se convierta en el elemento protagonista – el principal foco de atención que atraiga todas las miradas - o por el contrario buscamos una pieza complementaria que se integre con los demás objetos creando un ambiente armonioso?
Si buscamos que una pieza de arte protagonice la estancia, optaremos por situarla en un lugar importante como la pared que preside el salón o el comedor, hacia la cual dirige su vista el mobiliario. Otra opción es colocar la obra de arte o pintura en espacios que posean pocos elementos, donde sin duda se convertirá en la principal atracción; tal vez en ese rincón vacío al final del pasillo (que cobrará un especial interés) o el recibidor (ese pequeño espacio funcional que ganará en profundidad si añadimos una pintura). ¿No sería maravilloso poder empaparse de arte cada vez que entramos o salimos de nuestro hogar?
En estos casos (y si el espacio lo permite) podemos optar por obras de arte de mediano o gran formato, que por su dimensión se harán dueñas del lugar. La clave está en el contraste. En un espacio de tonos neutros o líneas sencillas una pintura colorida captará enseguida nuestra atención y será la joya de la corona. Si además colocamos algún pequeño elemento decorativo en colores afines a los dominantes de la pintura, el conjunto ganará en equilibrio.
La iluminación también es un factor importante a tener en cuenta a la hora de destacar las pinturas (¡piensa en los museos!), pues nos permite realzar los tonos y texturas de la pintura y asegura su óptima contemplación.
Si, por el contrario, buscamos una obra de arte que funcione como un elemento complementario del espacio – bien porque ya contemos con algún elemento arquitectónico, pieza de mobiliario o arte que protagonice la estancia, o porque nos interese conseguir un conjunto unificado y armonioso donde ningún objeto destaque sobre otro – optaremos por alguna que presente similitudes en color, textura o forma con el resto de elementos que definen nuestro espacio. Tal vez sea interesante optar por piezas de pequeño formato (sobre todo si cuentas con poca pared aprovecharle), ya que suelen ser fáciles de integrar en cualquier rincón.
Si queremos que una pintura termine de completar el ambiente de nuestro estudio, dormitorio o ese confortable rincón de lectura y que forme un conjunto con el resto de colores, texturas y formas del espacio, puede ser de ayuda identificar la gama principal de tonos de la estancia en la que queramos incorporar el cuadro y optar por una obra de arte que contenga los mismos. Con este pequeño truco podremos unificar la pintura con el resto de elementos y conseguir un ambiente más sereno.
Espero que estos pequeños consejos puedan servir como punto de partida para que os atreváis a incluir arte en vuestros espacios. No hay una única solución correcta; al final, la decoración se basa en un equilibrio de distintos elementos dentro de un mismo espacio y todo dependerá de nuestros gustos y de las sensaciones que queramos transmitir. Existe un espacio para cada obra de arte y una obra de arte para cada rincón, ¡tan sólo hay que encontrar la que sea perfecta para ti, y te aseguro que está ahí fuera!
Nosotras también esperamos que os haya gustado este artículo, deseamos que sean muy útil todos los consejos que Solomía Sernyak nos ha contado. Si quieren ver más trabajos sobre esta creativa arquitecta no dejen de visitar su instagram @miasernyak, tambien podrán encontrarla en Linkedin @SolomíaSernyak
Si os han gustado las obras de artes de los espacios, pulsad aquí
¡Nos vemos la próxima semana!